30.3.07

La ville est tranquille

Así parecía Madrid hace un par de horas... tranquila. Pero todos sabemos que las apariencias engañan, y más en las ciudades grandes en las que 'todo es fachada' (nunca mejor dicho). Sólo hace falta rascar un poco a la vuelta de la esquina para darte de bruces con vidas en absoluto tranquilas. Es entonces (y sólo entonces) cuando uno se da cuenta de la suerte que tiene; de lo afortunados que somos y lo triste que es que no lo agradezcamos más a menudo, aunque sea con una sonrisa. Una persiana rota y cuatro visitas para arreglarla, un catarro o los insoportables retrasos del metro resultan tan ridículos, que hasta da "vergüencita" reconocer que he invertido tiempo en cabrearme con algo así.

La verdad es que acabo de ver 'La ville est tranquille', y debo decir, para que todos nos entendamos, que me ha gustado mucho (aunque no sea verdad, porque cuando algo te gusta es porque te resulta agradable... y no es el caso). Extenderme en el argumento o mi percepción de la película no tendría ningún sentido cuando lo más importante es que me ha dejado con una angustia, una congoja, un sentimiento amaaaargo... que difícilmente podré quitarme. Lejos de parecer masoca, para mí, ésas son las buenas películas... las que al llegar a casa aún me mantienen inquieta... aunque sea para soltarlo aquí.

Siguiendo la maravillosa recomendación de mi particular Gigante (recomendación que efectivamente ya conocía, pero nunca está de más, sobre todo si son tan buenas), lanzo un sonoro 'Save me' para no caer en las redes de la 'tranquilidad'. Aunque por ahora lo tengo fácil... he encontrado un camino (sin retorno) hacia una dimensión absolutamente desconocida; un universo en el que las campanadas de fin de año carecen de sentido al ser un 'soniquete' (ja!) repetitivo que no nos conduce a nada; un universo en el que se plantea que el espíritu del juego y el azar es mucho más rico de lo que cabe imaginar; un universo lleno de curiosidades y excentricidades envueltas en una 'lógica aplastante' que me hacen muchísima gracia... y me mantienen inquieta :)



*Escuchando 'Save me - Aimee Mann'

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