11.6.07

La pela es la pela

Dónde irían a parar las pelas... (anda, pues ahora que lo pienso ¿qué hicieron con todas las pesetas? Hummm....) Bien, el caso es que ya soy un poco más adulta: hoy he hecho mi primera Declaración de la Renta. Tenía curiosidad por saber qué se sentía al formar parte del mítico 'Hacienda somos todos', y la verdad es que ha sido una (muy) grata experiencia.

Como todos los comienzos... no fue fácil. Lo primero he de decir que por mucho que se empeñen desde el Ministerio de Hacienda en repetir una y otra vez que es muyyyyyy fácil hacer la Declaración, es mentira: es un puto follón, hablando mal y claro. Pero todo se complica mucho más, si además no trabajas en tu ciudad natal (o en la que estás empadronado). El caso es que tras miles de preguntas a mis padres, compañeros de trabajo y todo tipo de gente que no tenía ni idea, así como de decenas de visitas a la BASURA de página web para tal efecto, por no hablar de las dos llamadas de teléfono para pedir cita previa (y sin olvidar que casi acabo llorando después de la primera...): hoy me he plantado a las 9 de la mañana en las mega oficinas de Guzmán el Bueno. No he tenido que esperar ni un minuto (qué rápido van cuando quieren), cuando una amable señorita me informaba de que no estaba obligada a hacer la declaración, ya que no llego a lo que se considera un sueldo decente para que Hacienda se aproveche como es debido. Por lo visto los que no llegamos a ese 'x' nos otorgan esa "ventaja" (¡JA!) Yo he insistido en que quería hacerla porque 'algo me decía que no iba a ser una pérdida de tiempo'... Bueno, "algo" y toda esa pasta que me quitan caaaada mes y que considero desmesurada. Y no me equivocaba. Diez minutos más tarde he salido de las oficinas con el equivalente al 75% de mi sueldo mensual... y eso que sólo he declarado medio año, y no he podido desgravarme el piso.

A lo largo del día de hoy, no me he cansado de decir a todos los trabajadores que conozco y que tampoco están obligados a hacerla, que corran y la presenten. No me vale la excusa de: "pero es que si para otro año me toca a pagar... ya estoy obligado a hacerla". Y no me vale porque en el momento en que estés obligado, Hacienda ya se encarga de enviarte todas las cartas que hagan falta. Claro que, cuando toca a devolver también hacen todo lo posible por quitarte la idea de la cabeza. Vamos, que Hacienda somos todos... pero cuando a Hacienda le apetece, porque en el momento en que toca a devolver, bien que tratan de convencerte de que no es una buena idea, en vez de ser igual de justos que los ciudadanos que religiosamente pagamos. No puedo comprender por qué, si ese dinero es mío y me corresponde porque he pagado de más, no son todo lo honestos y transparentes que dicen ser y, de la misma manera que yo pago sin rechistar, ellos me lo devuelven... aunque sea rechistando. En fin, el caso es que estoy muy orgullosa de mí misma por haberme animado a hacerla y puedo decirlo bien alto: se ha hecho justicia :D

*Escuchando la maravillosa: 'Money, money' - Cabaret BSO


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