Papapá-papapá-pa-pa-pa-pa-paaaá

Bueno, pues ya está: el cupo de sueños ya está completo. Hasta nuevo aviso, claro. Llevaba pensando en este post mucho tiempo; estaba ahí... en borrador, esperando a ver si lo acababa de asimilar. Pero parece que no va a llegar ese momento. Sólo quienes fuimos y lo vivimos, sabemos que es como si ese día no hubiese ocurrido; como si estuviéramos esperando a que pasara de nuevo, pero que fuera más como nos lo habíamos imaginado. No tengo 'queja', pero sí un amargo sabor de boca, porque cuando esperas una cosa con tantísimas ganas, y no es como estaba en tu cabeza... quieras o no, decepciona.

Para empezar, el viaje fue... disparatado (es lo más bonito que se puede decir de él), y haber vivido el programa desde dentro hace que, ahora al verlo, tu punto de vista haya cambiado considerablemente. Yo, desde luego, me sigo riendo exactamente igual que antes... pero no se ve igual; ha perdido la magia de lo inalcanzable que tenía antes. Ahora noto mucho más el borreguismo del público. Ahora sé a quién mira Andreu cuando hace el monólogo o cuando habla. Ahora sé que son un grupo de 'amigos' envidiable del que te gustaría formar parte. La imagen más valiosa de toda esta experiencia es ésta, SIN DUDA; por las horas, el esfuerzo y la ilusión invertida.


* Escuchando 'Tutea'- Pepe Begines